lunes, 13 de diciembre de 2010

Invictus

 

 

(William Ernest Henley)

Out of the night that covers me,
Black as the Pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul. -
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed. -
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds, and shall find me, unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate;
I am the captain of my soul.

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martes, 7 de diciembre de 2010

Espero curarme de ti. Jaime Sabines

 

 

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Belleza Colectiva


Me atreví a mirar el sol,
me vi en sus ojos...
Me arropo en su cálido fulgor,
y con su imponente presencia
me hizo recordar
lo afortunada que soy...

Vi en ellos, tu profundo amor
e insuperable misericordia,
entonces me atreví a volar
en mis sueños,
y en ellos fui de aire,
al recorrer tus aguas
cristalice mi anhelo,
nadé al son de la luna
y llegue a su frío hielo.

Me atreví a mirar el sol,
me vi en sus ojos allí,
dolorosamente reflejado,
nuestro pequeño planeta azul."


Autores:

Mariana Yonusg Blanco


Origen:
Este poema corresponde a una creación colectiva de los autores quienes pasaron por alguna red social dejando su huella hecha versos.
Me parece fue Gandhi quién dijo: "“Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.”