viernes, 18 de septiembre de 2009

CANCION DE LOS AMANTES MUERTOS (Crepusculario, Pablo Neruda)

Pablo_Neruda-Isla_Negra

Ella era bella y era buena.

Perdónala, Señor!

 

Él era dulce y era triste.

Perdónalo, Señor!

 

Se dormía en sus brazos blancos

como una abeja en una flor.

Perdónalo, Señor!

 

Amaba las dulces canciones,

Ella era una dulce canción!

Perdónala, Señor!

 

Cuando hablaba era como si alguien

Hubiera llorado en su voz.

Perdónalo, Señor!

 

Ella decía : -"Tengo miedo".

"oigo una voz en lo lejano".

Perdónala , Señor!

 

El decía :-"Tu pequeñita

mano en mis labios".

Perdónalo , Señor!

 

Miraban juntos las estrellas.

No hablaban de amor.

Cuando moría una mariposa

Lloraban los dos.

Perdónalos, Señor!

 

Ella era bella y era buena.

Él era dulce y era triste.

Murieron del mismo dolor.

Perdónalos,

Perdónalos!

Perdónalos , Señor!

miércoles, 10 de junio de 2009

Espantapájaros (Girondo)

 

No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible

- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?

¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?

¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.

domingo, 24 de mayo de 2009

Walking around - Pablo Neruda (desde NY)



Sucede que me canso de ser hombre.   
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines   
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro   
navegando en un agua de origen y ceniza.  

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.   
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,   
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,   
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.  

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas   
y mi pelo y mi sombra.   
Sucede que me canso de ser hombre.  

Sin embargo sería delicioso   
asustar a un notario con un lirio cortado   
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.   
Sería bello   
ir por las calles con un cuchillo verde   
y dando gritos hasta morir de frío.  

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,   
vacilante, extendido, tiritando de sueño,   
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,   
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.  

No quiero para mí tantas desgracias.   
No quiero continuar de raíz y de tumba,   
de subterráneo solo, de bodega con muertos   
ateridos, muriéndose de pena  

Por eso el día lunes arde como el petróleo   
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,   
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,   
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.  

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,   
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,   
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,   
a calles espantosas como grietas.  

Hay pájaros de color azufre y horribles intestinos   
colgando de las puertas de las casas que odio,   
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,   
hay espejos   
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,   
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.  

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,   
con furia, con olvido,   
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,   
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:   
calzoncillos, toallas y camisas   
que lloran lentas lágrimas sucias.  

jueves, 21 de mayo de 2009

Oda a la Crítica - Pablo Neruda


Yo escribí cinco versos: uno verde,
otro era un pan redondo,
el tercero una casa levantándose,
el cuarto era un anillo,
el quinto verso era
corto como un relámpago
y al escribirlo
me dejó en la razón su quemadura.

Y bien, los hombres, las mujeres,
vinieron y tomaron
la sencilla materia,
brizna, viento, fulgor, barro, madera
y con tan poca cosa
construyeron
paredes, pisos, sueños,
En una línea de mi poesía
secaron ropa al viento.
Comieron mis palabras,
las guardaron
junto a la cabecera,
vivieron con un verso,
con la luz que salió de mi costado.
Entonces, llegó un crítico mudo
y otro lleno de lenguas,
y otros, otros llegaron
ciegos o llenos de ojos,
elegantes algunos
como claveles con zapatos rojos,
otros estrictamente
vestidos de cadáveres,
algunos partidarios
del rey y su elevada monarquía,
otros se habían
enredado en la frente
de Marx y pataleaban en su barba,
otros eran ingleses,
y entre todos se lanzaron
con dientes y cuchillos,
con diccionarios y
otras armas negras,
con citas respetables,
se lanzaron
a distupar mi pobre poesía
a las sencillas gentes
que la amaban:
y la hicieron embudos,
la enrollaron,
la sujetaron con cien alfileres,
la cubrieron con polvo de esqueleto,
la llenaron de tinta,
la escupieron con suave
benignidad de gatos,
la destinaron a envolver relojes,
la protegieron y la condenaron,
le arrimaron petróleo,
le dedicaron húmedos tratados,
la cocieron con leche,
le agregaron pequeñas piedrecitas,
fueron borrándole vocales,
fueron matándole
sílabas y suspiros,
la arrugaron e hicieron
un pequeño paquete
que destinaron cuidadosamente
a sus desvanes, a sus cementerios,
luego se retiraron uno a uno
enfurecidos hasta la locura.
Porque no fui bastante
popular para ellos
o impregnados de
dulce menosprecio
por mi ordinaria falta de tinieblas,
se retiraron todos y entonces,
otra vez, junto a mi poesía
volvieron a vivir
mujeres y hombres,
de hicieron fuego,
construyeron casas,
comieron pan,
se repartieron la luz
y en el amor unieron relámpago y anillo.
Y ahora, perdonadme, señores,
que interrumpa este cuento
que les estoy contando
y me vaya a vivir
para siempre
con la gente sencilla.


Además en alma audio casual queda este oda leida por el J. Sabina. en  http://audiocasual.blogspot.com/

miércoles, 25 de marzo de 2009

Me dueles (Jaime Sabines)

 

En estos días por tantos caminos me he reencontrado con Sabines.  Tantos caminos perpendiculares finalmente se juntan.  Esta vez un poco más adentro, este maestro mexicano explora las formas del amor y como se acercan siempre al final al dolor…

 

Me dueles (Jaime Sabines)

 

Me dueles.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza, córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma búscame,
escúchame.
En algún sitio mi voz, sobreviviente, llama,
pide tu asombro,
tu iluminado silencio.

Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.

¡Qué claridad tu rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.

 

Si no han pasado por AlmaAudioCasual, y quedaron con ganas de más Sabines hay un pequeño tesoro en http://audiocasual.blogspot.com/2009/03/espero-curarme-de-ti-jaime-sabines.html

martes, 10 de marzo de 2009

Hembra y Macho del Uruguay

Desde la primera vez que pisé tierras Charrúas, siempre me han llamado la atención acá en su Montevideo, esas librerías del centro que permanecen abiertas cuando ya todo está cerrado.  Es una invitación encantadora a perderse, a ser araña y caminar por esas murallas de libros, anaqueles de lo que buscas siempre… con tesoros escondidos y que gracias a la amabilidad de quienes sin saber por qué ahí trabajan se logran encontrar.  Es tan mágico el efecto de esas librerías nocturnas para quienes comenzamos a vivir generalmente luego de que el sol ha dado la espalda que hace que todas mis diferencias con esta ciudad desaparezcan y me enamore de ellas, y vea la Rambla con distintos ojos… esos medio enamorados de lo cariñosa que puede ser una Playa.

libreria puro verso

Librería "Puro Verso en la Avenida 18 de Julio"

Así que no podía más que desde esta tierra de gente cordial y calma, hacerme de las palabras de este gran escritor local, el Sr. Mario Benedetti, y con sus armas venir a defender la alegría que tanta falta nos hace.

benedetti

Mario Bendetti – Defensa de la Alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
                  y también de la alegría.

 

 

Pero así casi como siempre pasa también desde Montevideo me encontré con esta mujer en un sitio de una Chilena, grande como todas las Chilenas, que sin querer me presentó a esta Poetisa Uruguaya, que no hay que perderse, la Señora recién revelada para mi: Idea Vilariño.

 

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DESNUDEZ TOTAL

Ya en desnudez total
extraña ausencia
de procesos y fórmulas y métodos
flor a flor,
ser a ser,
aún con ciencia
y un caer en silencio y sin objeto.
La angustia ha devenido
apenas un sabor,
el dolor ya no cabe,
la tristeza no alcanza.
Una forma durando sin sentido,
un color,
un estar por estar
y una espera insensata.
Ya en desnudez total
sabiduría
definitiva, única y helada.
Luz a luz
ser a ser,
casi en amiba,
forma, sed, duración,
luz rechazada.

domingo, 15 de febrero de 2009

GOTAN – Gelman (un jueves en algún lugar entre la Araucanía y los Ríos)

 

Debo reconocer que Gelman no es (o era) de mis primeros favoritos.  Pero hoy, como alguna vez en tierras Uruguayas, me encontré con él en una libraría de esas extrañas, de esas enanas, que sólo tienen los libros necesarios, muy pocos, pero siempre el adecuado. 

Yo de viaje de varios días, con sólo dos novelas en el bolsillo, ya tenía un fuerte síndrome de privación con respecto a la Poesía, así que compré GOTÁN, debo admitir,  medio a regañadientes. 

Casi sin querer a orillas del Calafquén, flanqueado por mis hijos, también leyendo (ella por primera vez cara a cara a “el Principito”, imaginen ese acontecimiento, y él hojeando una revista leyendo los dibujos), se me ocurre animar la tarde con un poco de Piazzolla.  Que decir, los acordes me endurecieron un poco, así sin palabras era como si me entrara de a poco el lunfardo por las venas, y me volví mas “Gallo” para ese instante, que hasta ahí ya era mágico. Y así abrí GOTÁN, en el estado en que hay que abrirlo, y tropiezo con versos como:

“…Como la gente llora en los rincones

más oscuros del alma y sin embargo

sabe reír, sabe andar derecho…”

 

“…iba sin una luz, sin una rosa,

sin un poco de mar, sin un amigo

me vió el caballo de la calesita.

Me vio tan sólo que se fue conmigo…”

 

“… porque no puedo más, tengo riñones

y soy un hombre…”

 

“… Albañil con vergüenza,

yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,

para darte la voz,

para poner dulzura en tu saliva…”

 

“La caricia tiene la forma de tus brazos,

aguarda en ti encerrada…”

 

“Tócame la mejilla por si encuentras

un humedad antigua y olvidada.

Es del tiempo en que quise ser caballo

para no ser fantasma…”

 

Y tantos, tantos otros, que me hacen descubrir a otro Gelman, otro que por propia estupidez o liviandad no conocía.  Y viene la duda, cuantos Gelman me estoy perdiendo, a cuantas librerías de esas enanas no estoy entrando sólo por ceguera.

 

Así les dejo este hermoso texto de este gran poeta, un fragmento de “Viendo a la gente andar”, se lo debo a Don Juan:

 

“Viendo a la gente andar, ponerse el traje
el vestido, la piel y la sonrisa
comer sobre los platos dulcemente
afanarse, correr, sufrir, dolerse
todo por un poquito de pan y de alegría,
viendo a la gente, digo, no hay derecho
a castigarle el hueso y la esperanza,
a ensuciarle los cantos, a oscurecerle el día,
viendo, sí,
cómo la gente llora en los rincones
más oscuros del alma y sin embargo
sabe reír y andar derecho,
viendo a la gente, bueno, viéndola
tener hijos y esperar y siempre
creer que van a mejorar las cosas
y viéndola pelear por sus riñones,
digo gente,
qué hermoso andar contigo
a descubrir la fuente de lo nuevo,
a arrancar la felicidad,
a traer el futuro sobre el lomo, hablar
familiarmente con el tiempo y saber
que acabaremos y de una buena vez por ser dichosos,
qué hermoso, digo gente, qué misterio
vivir tan castigado
y cantar y reír
¡qué asunto raro!…”

 

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Y además me atrevo a dejar un abrazo y un poco de “Invierno porteño”  de Piazzolla, para preparar el ambiente.

domingo, 1 de febrero de 2009

EL TIGRE - (PABLO NERUDA, del libro "Los Versos del Capitan")



Soy el tigre. 
Te acecho entre las hojas 
anchas como lingotes 
de mineral mojado. 

El río blanco crece 
bajo la niebla. Llegas. 

Desnuda te sumerges. 
Espero. 

Entonces en un salto 
de fuego, sangre, dientes, 
de un zarpazo derribo 
tu pecho, tus caderas. 

Bebo tu sangre, rompo 
tus miembros uno a uno. 

Y me quedo velando 
por años en la selva 
tus huesos, tu ceniza, 
inmóvil, lejos 
del odio y de la cólera, 
desarmado en tu muerte, 
cruzado por las lianas, 
inmóvil en la lluvia, 
centinela implacable 
de mi amor asesino. 

miércoles, 14 de enero de 2009

Corazón Coraza - M. Benedetti.

Por que te tengo y no
porque te pienso
porque la noche esta de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger mi imagen
y eres mejor que todas mis imagenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena del alma a mi
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce 
corazon coraza

porque eres mia
porque no eres mia
porque te quiero y muero
y peor que muero
si no te miro amor si no te miro
porque tu siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frio
tengo que amarte amor ,
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque 
la noche pase y no te tenga
y no